TORRE FUERTE | ‘Demonios’ y ‘animales’ de la política

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Por: Mario Héctor Silva

Martes 9 enero, 2024

Felipe Calderon

TORRE FUERTE

  • Demonios y animales de la política
  • Todo el Poder, de Felipe Calderón
  • ¿Era realmente el ‘tapado’ a la alcaldía?
  • Por definirse, la morada final de Teto

Demonios y animales de la política

Sorprendió, sí que sorprendió la muerte al ex alcalde Hector ‘Teto’ Murguía y a toda la clase política de Chihuahua.

Tipo de carácter fuerte, desparpajado, bragado, controvertido y sarcástico, hasta decir ¡basta!, el dos veces ex alcalde de Juárez, un día tuvo la fortuna de coincidir con la campaña y la candidatura presidencial de Ernesto Zedillo Ponce de León -de quien se jactaba ser amigo- que lo llevó al Senado de la República, en aquella histórica elección del ‘miedo’ de 1994, y a partir de allí, tejió una carrera política vertiginosa.

Tuvo el infortunio, sin embargo, de enfrentarse también a otros ‘animales’ políticos de su clase, y el primero en ese orden fue el ex gobernador de Chihuahua, Patricio Martínez García, que enfrentó durante la primera gestión de su gobierno al ex alcalde panista, Gustavo Elizondo Aguilar (1998-2001) y posteriormente a Jesús Alfredo Delgado (2002-2004) antes de toparse con la pandilla política del empresario de las pinturas, e insurgente político en las filas del PRI.

Leopoldo ‘Polo’ Canizalez y los ‘cebolleros’, Jesús ‘Chuy’ Barragán y Cuauhtémoc Reyes Castro, eran los sesudos en el equipo de Teto, que hicieron posible en 2004, la candidatura a la alcaldía del ingeniero Héctor Murguía a pesar de la oposición del político priísta que ocupaba la gubernatura en la capital.

Era Graciela ‘Chela’ Ortiz González la presidenta del PRI estatal y Sergio Granados, el responsable de Gobernación y uno de los interlocutores en aquella negociación en el Sicomoros, el hotel del ex gobernador de Chihuahua, donde el equipo político de Teto ganó la batalla y se opuso a que el gobierno bajara las carteleras que proyectaban la aspiración a la alcaldía del entonces ex senador y aspirante a la presidencia municipal.

Patricio, todos lo saben en la capital, era un político incontenible, difícil y de carácter recio, pero se topó en aquellos años finales de su mandato con la horma de su zapato.

El empresario de Juárez, estaba emperrado en ser candidato a la alcaldía y se convirtió en el priísta que logró cortar la racha de victorias de los candidatos panistas a la presidencia municipal, que habían ganado en las elecciones consecutivas de 1995 y 1998 con Francisco Villarreal y Ramón Galindo, y en aquella controvertida elección de 2001, que, con Jesús Alfredo Delgado, se fue a over time, en una elección extraordinaria.

Ese era Teto Murguía, el empresario y político que ayer falleció tras un infarto, y que pretendió siempre buscar la candidatura al gobierno de Chihuahua, pero que se topó, y que ironía, con iguales y verdaderos ‘animales políticos’ de peso, algunos de ellos de mayor rango, que le impidieron llegar a la candidatura de su partido en Chihuahua en 2010.

Uno de ellos, y el más importante políticamente, fue el mismísimo presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa.

Todo el Poder, de Felipe Calderón

Muchos de los empresarios juarenses fueron testigos de aquel aciago encuentro entre el entonces presidente de la República, Felipe Calderón y quien era aspirante a la candidatura al gobierno de Chihuahua.

Los reclamos fueron a bayoneta calada. El presidente estaba visiblemente encabronado con algunos empresarios locales, y especialmente con Teto.

Las paredes del hotel del empresario Olegario Vazquez Raña, el hermano del también poderoso empresario de la OEM, Mario Vázquez Raña, que recien habia sido abierto en el boulevard Teófilo Borunda, fueron testigo mudo, de aquel choque político, entre Teto y Calderón;

Que se convertiría, a la postre, en el principal obstáculo para el político juarense, que tuvo que enfrentar en 2010, al ‘candidato’ del presidente: el priísta César Duarte Jáquez.

Para entonces Duarte se había convertido en un tiburón de la política, cuando le ganó con la ayuda de conocidísimos personajes priístas en la cúpula del poder, al ex gobernador mexiquense César Camacho Quiroz, la presidencia del Congreso en la LX legislatura.

Lo demás fue lo de menos, César Duarte, el político que hoy está en la prisión, acusado de peculado, por el saqueo de recursos en Chihuahua, tuvo el apoyo, protección y padrinazgo del panista Felipe Calderón, y fue así como se escribió la historia del candidato del PRI al gobierno de Chihuahua, a pesar de que Teto Murguía era, ciertamente más popular, más conocido, y era, también, más querido por estas desérticas tierras del norte de Chihuahua.

El presidente de México, con la mano en la cintura, se cobró la afrenta política de aquella reunión con los empresarios juarenses en 2009.

En 2010, con un premio de ‘consolación’ otorgado por el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, tras ser convertido por segunda vez en candidato a la presidencia municipal, el alcalde juarense tuvo que luchar a contracorriente en contra del hombre que lo había despojado de la candidatura al gobierno de Chihuahua.

Nada fácil, y nada sencillo para Teto Murguía que tuvo que enfrentar todo el poder del gobernador César Duarte.

Y cohabitar políticamente, era algo así como dormir con el enemigo en casa, y así fue en la gestión 2010-2013.

A Teto le cayeron los ladrones, y lo despojaron de su segunda oportunidad a la candidatura al gobierno de Chihuahua en 2016, donde quiso César (Duarte) y sus empoderados amigos en el partidazo y en la cúpula de poder en el gobierno de Enrique Peña Nieto, que el candidato del PRI a la gubernatura fuera Enrique Serrano.

Para concluir con la camada de enemigos y adversarios de peso que tuvo Teto, el último de ellos lleva el nombre de Genaro García Luna, el policía de Felipe, acusado de nexos con el narcotráfico, y procesado en una corte de Nueva York en los Estados Unidos por su relación con el Cártel de Sinaloa.

Tuvo la perra suerte Teto Murguía, de enfrentarse al sistema policial y a la delincuencia uniformada, cuando le mataron a uno de sus escoltas que lo protegían en aquel encuentro que tenía el entonces alcalde con el vocero de la Diócesis de Juárez, Hesiquio Trevizo, que al igual que Teto, falleció de un infarto en 2022.

“Yo estaba cenando con el vocero de la Diócesis en su casa, acompañado del Secretario del Ayuntamiento, y escucho los disparos y minutos después llega uno de los escoltas, me sube a la camioneta y me sacan” …

Le contaron que llegaron caminando dos hombres encapuchados de la policía federal, gritándoles groserías y que bajaran sus armas. Les dijeron que eran escoltas del presidente municipal. El agente Muñoz bajó su arma, levantó las manos y fue ahí donde le dispararon y lo mataron. Esa fue la narrativa de los hechos que provocó que el propio alcalde, enfrentara físicamente y a gritos a los policías de Garcia Luna.

Muchas otras cosas sucedieron al hombre que ocupó a la alcaldía, que una vez tuvo que firmar de aval de Juan Gabriel, cuando vino a presentarse a la Feria y el gobierno federal lo metió en la cárcel.

Teto tuvo que pagar y firmar, con la promesa de que Juan Gabriel le pagaría al gobierno hasta el último centavo, y fue así como el ‘Divo’ juarense salió de la prisión a cantar y a cumplir el compromiso en la fiesta de Ciudad Juárez.

Ese era Héctor ‘Teto’ Murguía, el hombre que enfrentó políticamente por muchos años a este periodista, desde aquel día en que Teto no aguantó los ‘pisotones’ y las críticas de las columnas políticas, y hasta amenazó de ‘muerte’ al escribidor de estas historias.

Al final del camino, después de casi doce años de guerra, y de odios, de batallas en las trincheras, nos volvimos a encontrar.

Sin duda, el político más difícil con el que me ha tocado lidiar en estos entuertos del periodismo.

Y vaya ironía de la vida, el ‘imperio’ de Tetolandia y del ‘Bunker’, en la calle Aguirre Laredo, por aquel entonces sin pavimentar a mediados de los ochenta, fueron recorridas decenas de veces por este periodista en aquellos años mozos, en que trabajé para su padre Don Héctor Murguía (Hecmur) en materiales Delta.

Era su hermano Luis Murguía, el administrador de esa empresa, y nos tocó la chamba, a este periodista y a otros empleados, de limpiar el gallinero, las cacas y la podredumbre en que estaba convertida aquella zona donde Teto fincó su imperio…

El último sitio donde el político se refugiaba y recibía a sus amigos.

La imagen del todopoderoso Teto, recostado en el amplio sillón de piel, rascándose, ahora sí que literalmente, los ‘huevos’, escuchando mil historias de batallas y de conspiración política, prevalecerá en la cabeza de no pocos que conocieron al ingeniero químico, hombre de negocios y controvertido político.

Para todos tenía el Teto Murguía, y era capaz de todo, absolutamente de todo…

¿Era realmente el ‘tapado’ a la alcaldía?

Teto Murguía se llevó, al final de sus días, muchos secretos.

Un caudal de cosas buenas y de cosas malas. No era un angelito, y eso lo saben sus adversarios políticos.

Pero se ganó el respeto de muchos de ellos que hoy forman parte de la estructura de gobierno de Maru Campos. Ayudaba a mucha gente, y también conspiraba.

Era un apasionado de la política, un viejo rudo, un monstruo, el “animal político”, como le gustaba que le dijeran y hablaran de él, en las columnas políticas.

Varios y conocidos panistas de cepa lo conocieron al dedillo:

El actual alcalde del gobierno de Morena, Cruz Pérez Cuéllar, con quien contendió por la alcaldía en 2004, cuando el ahora presidente era panista, y el Fiscal General, César Jáuregui que lo enfrentó en la elección de 2010, entre los personajes del mundillo político, que tuvieron que bregar y lidiar en las campañas en contra de quien indiscutiblemente, era un fenómeno político.

La mismísima postulación de Armando Cabada a la alcaldía por el gobierno independiente de Juárez en 2016, motivada por el entonces gobernador César Duarte, provocó un cisma político en la relación que el dos veces alcalde tenía con el periodista de la vieja guardia, y finado empresario de la televisión, Arnoldo Cabada (padre de Armando) y se debió a que Teto era muy amigo de Don Arnoldo y del empresario Valentín Fuentes.

Pero al final del recuento de las cosas y de los vericuetos de la política, no todo es malo.

Sorprende gratamente, por ejemplo, la esquela del Fiscal Anticorrupción del Estado de Chihuahua, Abelardo Valenzuela, que abraza en su partida, al “destacado político, gran amigo y excelente ser humano”, como reconoce el panista a Teto Murguía.

Muchos empresarios como el empresario y presidente del Consejo de Century 21, Jesús Miguel Otero Armendáriz, de los hombres que con gran dolor y tristeza ven la partida del gran y queridísimo amigo, como siempre se ha expresado ‘Chuy’ de Teto.

Más de una vez, Chuy OteroGustavo ElizondoÁngel BeltránPepe Seade y José Reyes Baeza, que mensualmente se reunían a comer y a conversar sobre temas distintos, además de la política y de los negocios, fueron testigos de esa relación humana y personal que distinguía, fuera de la política, al dos veces alcalde, senador y diputado federal.

Se había registrado hace unas semanas para contender por la candidatura al Senado, como propuesta del Partido del Trabajo (PT), pero se dice en los mentideros políticos, que era el ‘tapado’ de la coalición política: Morena, PT y PVEM a la alcaldía de Juárez en caso de una emergencia política.

Eso lo saben, y quizás lo puedan reconocer o negar, en algún momento, las mujeres y hombres del poder y de los partidos de PT y Morena.

En política, Teto Murguía, a pesar de ser hombre ‘duro’ en eso de los pesos y centavos, no escatimaba recursos. Era un fajador auténtico en los asuntos del poder político y gubernamental.

Descanse en paz el controvertido político juarense.  

Por definirse, la morada final de Teto

En las siguientes horas se definen lugar y horario de las honras fúnebres, y posiblemente la ‘casa de Dios’, donde Teto Murguía recibirá a la gente del pueblo y a la a la clase política.’

Si algo tenía Teto, que tiene que reconocérsele, es su cercanía total con la gente. Se dejaba querer el ex alcalde.

Tentativamente se habla de la iglesia del Señor de la Misericordia, pero aún no está confirmado por la familia.

Ya se sabrá pues, el sitio donde Teto tendrá su último encuentro con la gente y con los amigos.

Mario Héctor Silva

Periodista y Analista Político.
Prestigiado periodista, autor de la reconocida columna La Torre Fuerte

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