TORRE FUERTE | El momentum de Maru Campos

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Por: Mario Héctor Silva

Viernes 3 junio, 2022

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TORRE FUERTE

  • El momentum de Maru Campos
  • Disyuntiva: deslinde o lealtad
  • César y el juicio en el Tribunal
  • Las apuestas sobre su libertad

El momentum de Maru Campos

La extradición y llegada del ex gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, el ‘Mesías’ de la política en el sexenio del ex presidente de México, Enrique Peña Nieto, que anoche debió ‘dormir’ en una celda de San Guillermo en la capital del estado, es un evento de tal magnitud, que permite ponderar por primera vez, las verdaderas posibilidades que tiene la gobernadora María Eugenia Campos en el entramado de la sucesión presidencial de 2024.

Maru Campos, tiene mesa servida para hacer verdadera justicia en favor de todos los chihuahuenses que durante once largos años se han sentido lastimados y ofendidos por las barbaridades y los excesos de poder de los dos últimos gobernadores. El primero el priísta César Duarte y el segundo, el panista, Javier Corral.

Imposible no pensar pues, en medio de la coyuntura, en una posible candidatura presidencial en el PAN, con la venia por supuesto, del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Maru Campos, es desde ayer por la tarde, tras conocerse la extradición y traslado del ex mandatario de Miami a la Ciudad de México, la ‘rockstar’ en la realpolitik del estado de Chihuahua.

El acontecimiento del caso César Duarte, vinculado a la corrupción de la ‘alta escuela’, ejecutado por los gobiernos de Estados Unidos y México, paralizó por unas horas la agenda política de todo el país, por encima de las elecciones del próximo domingo 5 de junio en seis estados de la república, e incluso también por encima del partido de fútbol amistoso, entre México y Uruguay.

Es el momentum de la gobernadora de Chihuahua, que ya ha hecho historia como primera mujer mandataria en un estado de forajidos y de bravos, y que ahora tiene los elementos en el Poder Judicial, para mantenerse con los reflectores en el performance de la política, no sólo por la presencia y juicio en torno al ex gobernador de Chihuahua, sino por el proceso judicial que obliga también a la urgente aprehensión de su antecesor en el gobierno, Javier Corral Jurado.

Así tenga que encontrarlo en algún rincón de los Estados Unidos, como el propio Javier Corral encontró con la ayuda del gobierno norteamericano a César Duarte.

Hasta donde se sabe en la historia política del país, ningún gobernador ha logrado encerrar a dos ex gobernadores, y uno de ellos, perteneciente a su propio partido político.

Quién no recuerda aquella frase icónica del ex mandatario estatal del PRI, referida aquella media mañana del 10 de octubre, cuando entonces a un costado de Palacio, César Duarte tomaba protesta como gobernador del estado en la plaza del ‘Ángel’, que se convirtió en una sentencia de la ‘excelsa’ política de nuestros días: “el poder es para poder”.

Si por la víspera se conocen los días, la gobernadora Maru Campos tiene todas las herramientas judiciales y políticas para tejer su propia historia.

De ella misma y de las decisiones dependerá su futuro y permanencia en la política.

Llegará tan lejos como ella quiera, porque el “poder es para poder”, así lo sentenció César Duarte, quien desde el primer segundo como gobernador puso literalmente, el ‘mundo’ a sus pies.

¡Viva!, ¡Viva! el César, gritaban en las calles de la capital, sus seguidores y hasta sus adversarios políticos.

Hoy, paradójicamente, la ‘suerte’ del César-Gobernador, está en las manos de Maru Campos que seguramente, debe tener ya un buen plan y un objetivo en el performance de la política.

Es ella o él, y lo sabe la gobernadora de Chihuahua.

Es la tentación del poder por encima de todas las circunstancias…

Disyuntiva: deslinde o lealtad del César

En la disyuntiva de los acontecimientos políticos, y seguramente ‘apresurada’ por la sentencia de que “en mi gobierno, no habrá perdón, ni olvido”, como lo dijo en su toma de protesta en Ciudad Juárez, en contra de los dos ex gobernadores que han saqueado el estado de Chihuahua, la gobernadora María Eugenia Campos, tendrá que escoger:

Entre el ‘adiós’ y el deslinde de una vieja relación política institucional con el ex mandatario priísta, en los tiempos en que fue diputado federal y posteriormente gobernador, o cumplir a ‘modo’, en las difíciles circunstancias que circundan el caso César Duarte, con el asunto de la lealtad que, en política, es muy preciada y es como el oro.

De su capacidad para maniobrar sobre el ‘filo de la navaja’ un asunto tan espinoso y delicado, por el propio peso de la estela del latrocinio y de las complicidades en la política, Maru Campos hará lo que sea necesario para mantenerse a salvo.

Nadie podría negar la relación del pasado entre dos actores y protagonistas de la política de Chihuahua, pero nadie cree tampoco que la gobernadora tome la decisión de meter las manos al ‘fuego’ por el ex gobernador priísta de Chihuahua.

Especialmente cuando los reflectores de todo el país y de otras partes del mundo, seguramente, están encima del estado que gobierna la primera mujer en la historia de Chihuahua.

En la administración de la gobernadora Maru Campos, ya lo dijo, “no habrá persecución, pero tampoco impunidad”.

Usted interprete a su modo, las palabras de la gobernadora.

César y el juicio en el Tribunal

Definitivamente que el ex gobernador de Chihuahua, César Duarte es un ‘pez gordo’ en el andamiaje de la corrupción política de todo el país.

Su nombre es asociado a la de otros viejos políticos de la ‘alta escuela’ que durante varias décadas mantuvieron ‘secuestrado’ al país y a sus habitantes en México.

Los nombres sobran, pero allí están entre muchos otros, Emilio Gamboa PatrónManlio Fabio BeltronesLuis Videgaray, además de Emilio Lozoya y Javier Duarte, el ex gobernador de Veracruz, que hoy está en prisión, de poderosos políticos que han manipulado el status quo de la política para saquear al país.

Un ejemplo emblemático de ello es la ‘Operación Zafiro’, de una operación de alto nivel en el país, que permitió que varios de los personajes referidos dispusieran de cientos de millones de pesos, que simularon enviar en apoyo a instituciones de educación superior y a otras instancias, de dinero que llegó únicamente a sus bolsillos.

Y el nombre del César (Duarte) de Chihuahua, ese hombre que tuvo también el apoyo del ex presidente de México, el panista Felipe Calderón Hinojosa, al que hicieron creer que podía convertirse en presidente de México, aparece en el listado de los gobernadores y políticos corruptos que han postrado al país.

Hombres que jugaron a ser ‘Dios’, que maniataron la voluntad de sus gobernados, para ejercer entonces, sin oposición alguna, el poder político y económico en beneficio solamente de ellos mismos.

En ese contexto, la ventura de un hombre con sobradas habilidades políticas, que tendrá este viernes a temprana hora su primera audiencia en un Tribunal de la capital.

Era César Duarte un hombre bueno, con grandes destellos en la política, pero cayó en el pecado de la tentación del poder.

Su ambición fue inmensurable y su gobierno (2010-2016) fue de grandes ‘claroscuros’, y de una vertiginosa caída en la segunda parte de su sexenio.  

No era por supuesto Og Mandino, el ‘vendedor más grande del Mundo’, pero supo ‘vender’, luego engañar a la población y saquear el estado de Chihuahua.

El juicio ha caído sobre César Duarte.

El gobierno de Chihuahua pedirá prisión preventiva para el ex gobernador de Chihuahua, y el Fiscal General, Roberto Fierro ha recibido instrucciones de la gobernadora para que atienda de forma “meticulosa” las carpetas de investigación.

Incluso Maru Campos dijo que la Fiscalía General de la República puede solicitar la atracción de ese caso particular al ámbito federal, para que, al fin, se alcance la justicia en beneficio de los chihuahuenses.

Las apuestas sobre su libertad

Desde ayer por la tarde sobran las apuestas en las mesas de café y en los mentideros políticos sobre la pronta liberación del ex mandatario estatal de Chihuahua, César Duarte Jáquez.

El morbo consume a la clase política de Chihuahua y tiene circunspectos a más de dos, que no se atreven a aventurar, ni a ‘profetizar’ sobre el futuro inmediato en el juicio del ex gobernador de Chihuahua.

Pero las apuestas, vaticinios y especulación son abundantes.

Por cierto, la imagen de la fotografía que proyecta el ex gobernador César Duarte, al bajar del avión que lo trasladó de la capital del país a Chihuahua, es la misma imagen que describió hace muchos años en su canción, que lleva ese mismo nombre de “Fotografía”, el cantautor, Oscar Athié.

Se refirió a un hombre “flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones”. Así se vio a Duarte.

Mario Héctor Silva

Periodista y Analista Político.
Prestigiado periodista, autor de la reconocida columna La Torre Fuerte.

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